martes, 11 de julio de 2017

LA CLAVE ES EL RESPETO

LA CLAVE ES EL RESPETO

Con las imágenes de las fiestas de San Fermín, otro año más me viene a la cabeza la idea de que no avanzamos en respeto hacia los demás  en general y en particular en el respeto hacia las mujeres.
En Suecia, han llegado al extremo de anunciar el primer festival de rock donde se vetará la entrada a hombres “hasta que aprendan a comportarse”. Muy triste.
Algo está fallando ya desde hace mucho tiempo, seguramente demasiado.
Algo está fallando cuando vemos esas imágenes de chicas manoseadas o esas noticias sobre acoso sexual, abusos o incluso maltrato, demasiado frecuentes todavía hoy. Demasiado frecuente para el siglo XXI.
¿Qué está pasando que en vez de disminuir este tipo de casos, parece que vayan en aumento? ¿Qué puede estar fallando? Seguramente influirán  muchos factores, pero desde mi opinión, la educación sigue teniendo muchísimo que ver.
La educación que se le da a las niñas y a las chicas; la educación que se le da a los niños y a los chicos. A pesar de las múltiples campañas para fomentar la igualdad, la equidad, la no violencia… no parece que calen  profundo en la mayoría de la población, tampoco en la infanto-juvenil.
Las chicas, por una parte, crecemos desde hace ya bastante tiempo con la idea (¡menos mal!) de que somos capaces de conseguir cualquier cosa, de que no somos mejores pero tampoco peores que cualquier chico, de que somos libres para elegir con quién estar, qué hacer, qué ropa ponernos, qué pensar… Estamos cada vez más empoderadas. Y eso está muy bien, nos hace estar mejor con nosotras mismas, sentirnos más libres y librarnos de tantos prejuicios que hasta ahora nos habían sido transmitidos generación tras generación.
Cada vez es más frecuente ver que las niñas/chicas son capaces de decir que algo les molesta, no se muestran sumisas, dicen “no” de forma contundente…
Y los chicos… Aquí es donde me parece que está el principal problema… En los chicos… En su educación.  Educar a un niño/chico hoy en día es un verdadero reto, y lo sé por experiencia.
Lo cierto es que los estereotipos, los prejuicios y los modelos de los chicos de hoy en día no han cambiado tanto como lo han hecho los de las mujeres. Éste puede ser uno de los factores que hacen que muchos niños/chicos/hombres sigan sin entender que las niñas/chicas/mujeres merecen un respeto y una consideración por el hecho mismo de ser PERSONA, independientemente del género.


La actitud de los niños/chicos no ha variado tanto con respecto a las niñas/chicas. Y con  los años, esa actitud, en los peores casos con alta dosis de prepotencia, suele ir empeorando.
Por desgracia, me sorprendo aún a día de hoy viendo a niños que les causa repulsión el color rosa (y cualquier tono cromático que se le pueda parecer). Niños que se niegan a tocar una pintura de color rosa porque dicen que “es de chicas”. Niños que se niegan a jugar a “cosas de chicas” como la comba, con muñecos, con cocinas, disfrazarse… Niños que se niegan a bailar o a cantar porque “es cosa de chicas”.
Cosa de chicas…
Una pena que desde pequeños su mundo se vea reducido solamente a lo que es “cosa de niños”.
En cambio, las niñas y chicas sí que están ya más acostumbradas a jugar a juegos mal llamados masculinos como el fútbol, construcciones, coches, superhéroes, videojuegos…
Los juegos, los juguetes, la diversión no tiene género.
La buena educación, la educación correcta y respetuosa con niños/chicos y niñas/chicas, en igualdad de oportunidades, eliminando estereotipos y prejuicios que hagan que puedan pensar que unos u otras son menos importantes es, para mí, la clave de una mejora de esta situación tan confusa que existe en la actualidad.
Es necesario entender que cualquier persona, sea del género y orientación que sea, debe ser respetada y tratada de forma considerada;  sin ser menospreciada, humillada ni subestimada; respetando siempre sus decisiones y sus actos.
El respeto verdadero hacia los demás se aprende; hay que enseñarlo y demostrarlo desde bien pequeños.
Yo creo que ahí está la clave.


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