NIÑOS Y CONFINAMIENTO

     Nos preocupaba mucho a todos los padres y madres cómo iban a pasar nuestros niños el confinamiento. Tantos días metidos en casa, sin salir al parque, al cole, a jugar con sus amigos, a relacionarse con los demás, a hacer actividades extraescolares... 
Y nos hemos llevado, creo que todos, una grata sorpresa. Los niños están aguantando el estar todo el día en casa mucho mejor incluso que muchos adultos. 

 Hay varios titulares en las noticias en las redes donde se resalta el buen comportamiento que la mayoría de niños están teniendo en este confinamiento. Es una buena noticia. Es más, en muchas ocasiones son ellos, los niños y niñas de la casa, los que ayudan a sus padres a sobrellevar y a estar calmados después de tantos días encerrados.
     Eso nos debe hacer reflexionar.
     ¿No será que para ellos ha sido realmente una alegría poder pasar tanto tiempo en familia en casa? En muchos casos, quizá han sido pocas las ocasiones que han tenido para disfrutar verdaderamente del tiempo en familia sin ocupaciones, prisas, trabajos, móviles...
     Aunque muchos padres deben compaginar el teletrabajo con las rutinas familiares, creo que es evidente que esta situación ha servido para estrechar más (para algunos ha sido todo un descubrimiento) los lazos entre los miembros de la familia, disfrutar de juegos, tareas y actividades que hasta ahora no se podían compartir por falta de tiempo o de ganas... Con tantos días en casa, no ha habido excusa. Seguramente todos habremos jugado, habremos visto películas, habremos hecho ejercicio, habremos bailado, habremos inventado, habremos cocinado, habremos comido... Todos juntos...

    
 Y es que pasar tiempo en familia, en armonía y disfrutando de compartir cosas juntos, es algo que los niños difícilmente cambiarían  por nada... Y sinceramente, creo que los padres y madres tampoco. Por eso, porque ganamos todos, disfrutemos de cada momento en familia, abracemos más, juguemos, riamos, bailemos... ¡Saquemos algo positivo de esta situación!

 Y si no ha sido así, todavía estamos a tiempo. Nos quedan todavía unas cuantas semanas. Nuestros hijos nos lo agradecerán, pero nosotros también lo disfrutaremos y es lo mejor que nos vamos a llevar de este momento.