¿QUÉ VEN NUESTROS
HIJOS?
Me estreno con este nuevo
proyecto con un tema que me parece más que interesante y digno de reflexión,
sobre todo de cara a las vacaciones de verano.
¿Con qué se entretienen nuestros
hijos? ¿Con qué se divierten? ¿En qué se pasan las horas sin ser capaces de
distinguir si tienen hambre o tienen sueño?...
Desde luego, si habéis contestado
opciones diferentes a “jugar con la Play, estar con la tablet, con el ordenador
o con el móvil”, podéis estar de
enhorabuena. Eso sí, ya sabréis que se os puede ver como una especie en
vías de extinción…
Cada vez los niños pasan más rato con estos dispositivos y estas tecnologías que nos gustan a todos, mayores y pequeños. Herramientas divertidas y muy atractivas. Si se sabe dosificar y desconectar, no hay mayor problema.
El problema viene cuando nuestros
menores pasan casi todo el rato de ocio “enganchados”. Ahí sí tenemos un
problema, y no es un problema menor…
Cada vez más me estoy encontrando
con niños que sólo se divierten si están ante una pantalla, y eso, aparte de
ser muy triste, es muy poco educativo.
Cada vez más, los niños se
refugian en móviles, tablets u ordenadores jugando a juegos que no son adecuados
para su edad, y que nosotros (padres confiados muchas veces) les dejamos o
desconocemos.
Niños cada vez más pequeños hablan de mundos paralelos donde todo tipo de conductas delictivas son parte de la vida diaria y lo viven con total normalidad.
Niños cada vez más pequeños hablan de mundos paralelos donde todo tipo de conductas delictivas son parte de la vida diaria y lo viven con total normalidad.
Niños cada vez más pequeños se
suscriben a canales de Youtube y son seguidores de personas y páginas que no
les aportan buenos ejemplos, buenas formas o buenos comportamientos. Al
contrario, son seguidores de personajes malhablados, que enseñan conductas la
mayoría de veces ilegales, que promueven
la violencia gratuita y que desconocen el significado de la palabra empatía.
Y luego, nos lamentamos de que
hay acoso y violencia escolar, de que
cada vez son más agresivos, de que cada vez son más inatentos en clase, de que
se aburren con mucha facilidad, de que cada vez están menos motivados, de que
cada vez están más ariscos, de que cada vez están más enganchados, de que
reaccionan mal si se les reduce el tiempo de juego o se les requisa el móvil…
¿De verdad no somos conscientes
de que se nos va de las manos? ¿De verdad no somos conscientes de que somos los
padres los que debemos manejar la situación, controlar y conocer qué visitan
nuestros hijos en internet? ¿De verdad no somos conscientes de que es más
importante saber “qué hacen” en lugar de
que estén tranquilos y “no nos molesten”?
¿De verdad no nos interesa saber por dónde navegan nuestros hijos? ¿De
verdad no nos importa qué videos y a qué personajes siguen? ¿De verdad no nos
importa qué aprenden y cómo les puede influir lo que ven a tan corta edad? ¿De
verdad no nos importa que pase las horas entre imágenes, palabras, acciones y
actitudes no apropiadas para su edad? ¿De verdad no nos importa que se creen
mundos paralelos? ¿De verdad no nos importa que banalicen y les divierta la
violencia y la falta de empatía? ¿De verdad no nos importa que se enganchen a
las nuevas tecnologías sin ningún criterio ni filtro tan pronto? ¿De verdad no
nos importa?...
Preguntadles a qué juegan, con qué se divierten, a
quién siguen, qué ven, qué les gusta…
Investigad.
Informaos.
Seguramente os llevareis más de una sorpresa…
Pero nunca es tarde.
Es una reflexión que dejo aquí,
que creo que es apropiada cara a las vacaciones ya que van a tener mucho tiempo
libre y de nosotros depende cómo lo utilicen… De nosotros, de cómo los
controlemos y de cómo nos autocontrolemos
delante de ellos, quizá la parte más difícil e importante.
Sobre todo… Pensemos que NOSOTROS
somos el ejemplo que tienen en casa… ¿Qué les queremos transmitir?...
¡Ánimo y feliz verano!
Excelente artículo.
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