jueves, 8 de junio de 2017

¿QUÉ VEN NUESTROS HIJOS?



¿QUÉ VEN NUESTROS HIJOS?

Me estreno con este nuevo proyecto con un tema que me parece más que interesante y digno de reflexión, sobre todo de cara a las vacaciones de verano.
¿Con qué se entretienen nuestros hijos? ¿Con qué se divierten? ¿En qué se pasan las horas sin ser capaces de distinguir si tienen hambre o tienen sueño?...
Desde luego, si habéis contestado opciones diferentes a “jugar con la Play, estar con la tablet, con el ordenador o con el móvil”, podéis estar de  enhorabuena. Eso sí, ya sabréis que se os puede ver como una especie en vías de extinción…

        Cada vez  los niños pasan más rato con estos dispositivos y estas tecnologías que nos gustan a todos, mayores y pequeños. Herramientas divertidas y muy atractivas.  Si se sabe dosificar y desconectar, no hay mayor problema.
El problema viene cuando nuestros menores pasan casi todo el rato de ocio “enganchados”. Ahí sí tenemos un problema, y no es un problema menor…
Cada vez más me estoy encontrando con niños que sólo se divierten si están ante una pantalla, y eso, aparte de ser muy triste, es muy poco educativo.



Cada vez más, los niños se refugian en móviles, tablets u ordenadores jugando a juegos que no son adecuados para su edad, y que nosotros (padres confiados muchas veces) les dejamos o desconocemos.
Niños cada vez más pequeños hablan  de mundos paralelos donde todo tipo de conductas delictivas  son parte de la vida diaria y lo viven con total normalidad.
Niños cada vez más pequeños se suscriben a canales de Youtube y son seguidores de personas y páginas que no les aportan buenos ejemplos, buenas formas o buenos comportamientos. Al contrario, son seguidores de personajes malhablados, que enseñan conductas la mayoría de veces  ilegales, que promueven la violencia gratuita y que desconocen el significado de la palabra  empatía.


Y luego, nos lamentamos de que hay acoso  y violencia escolar, de que cada vez son más agresivos, de que cada vez son más inatentos en clase, de que se aburren con mucha facilidad, de que cada vez están menos motivados, de que cada vez están más ariscos, de que cada vez están más enganchados, de que reaccionan mal si se les reduce el tiempo de juego o se les requisa el móvil…
¿De verdad no somos conscientes de que se nos va de las manos? ¿De verdad no somos conscientes de que somos los padres los que debemos manejar la situación, controlar y conocer qué visitan nuestros hijos en internet? ¿De verdad no somos conscientes de que es más importante saber “qué hacen”  en lugar de que estén tranquilos y “no nos molesten”?  ¿De verdad no nos interesa saber por dónde navegan nuestros hijos? ¿De verdad no nos importa qué videos y a qué personajes siguen? ¿De verdad no nos importa qué aprenden y cómo les puede influir lo que ven a tan corta edad? ¿De verdad no nos importa que pase las horas entre imágenes, palabras, acciones y actitudes no apropiadas para su edad? ¿De verdad no nos importa que se creen mundos paralelos? ¿De verdad no nos importa que banalicen y les divierta la violencia y la falta de empatía? ¿De verdad no nos importa que se enganchen a las nuevas tecnologías sin ningún criterio ni filtro tan pronto? ¿De verdad no nos importa?...


Preguntadles a qué juegan, con qué se divierten, a quién siguen, qué ven, qué les gusta…
Investigad.
Informaos.
Seguramente os llevareis más de una sorpresa…  
Pero nunca es tarde.



Es una reflexión que dejo aquí, que creo que es apropiada cara a las vacaciones ya que van a tener mucho tiempo libre y de nosotros depende cómo lo utilicen… De nosotros, de cómo los controlemos y de cómo nos autocontrolemos delante de ellos, quizá la parte más difícil e importante.
Sobre todo… Pensemos que NOSOTROS somos el ejemplo que tienen en casa… ¿Qué les queremos transmitir?...
¡Ánimo y feliz verano!

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